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Qué se aprende en un MBA

El MBA es uno de los programas de postgrado más prestigiosos qué existen, pero ¿qué lo hace tan especial? Desgranamos las principales capacidades que todo buen MBA debe enseñar a sus alumnos.

Tabla de contenidos

Las siglas MBA corresponden a Master in Business Administration, máster en administración de empresas, así que se puede deducir que un MBA capacita al alumno para dirigir una compañía. Pero el MBA no sería la formación más prestigiosa si no se diferenciara de alguna manera de otro tipo de máster o carrera universitaria ¿qué hace único al MBA?

Qué se enseña en un MBA

El objetivo de un buen MBA debería ser el de dotar al alumno de una visión global de una empresa. Una visión real y completa, que le permita abordar el trabajo de su gestión con seguridad. Para ello, debe poner a su alcance las herramientas que le permitan alcanzar este objetivo.

En esta visión global de la empresa, el alumno debe poder desempeñar sus funciones en las áreas más relevantes de la misma: dirección general, finanzas, marketing, dirección comercial o recursos humanos.

Un MBA tiene como objetivo convertir a sus alumnos en gestores eficaces, por lo que resulta muy útil como vía de entrada al mundo de la dirección a mandos directivos o especialistas técnicos que quieren dar el salto a la gestión.

MBA para formar directivos

Si hay algo para lo que el MBA está diseñado es para formar a directivos de empresa. Así, además de todos los conocimientos sobre cada área de importancia dentro de una empresa y su funcionamiento, un MBA debe dotar a sus alumnos de una serie de habilidades imprescindibles para ejercer la labor de dirección. Algunas de las principales son:

Ejercer el liderazgo

El liderazgo realmente es el término que engloba todas las habilidades que debe tener un directivo. Va desde la motivación e inspiración de la gente bajo su mando hasta la capacidad para coordinarles adecuadamente. Todo ello siendo capaz de transmitir su visión a través de la inclusión, nunca de la imposición. Además, el ejercicio del liderazgo tiene que incluir siempre la capacidad de delegar, y de hacerlo de manera real, confiando en aquellas personas del equipo a las que se les conceden responsabilidades.

Gestión de personas y equipos

Este punto está directamente relacionado con el ejercicio del liderazgo. La gestión de equipos es una habilidad inherente a la dirección en cualquier ámbito laboral, pero hoy en día la dificultad radica en aplicarla a entornos globales y virtuales, donde el equipo a gestionar no tiene que estar necesariamente bajo el mismo techo, ni si quiera en la misma ciudad o país.

Resolución de problemas complejos

Un directivo debe estar preparado para reaccionar adecuadamente ante situaciones inesperadas y nada deseadas que amenazarán la supervivencia misma de la empresa, ante las que tendrá que encontrar soluciones a la altura. Para ello será imprescindible aprender a manejar la presión y el estrés.

Estar al frente de la innovación

En un mundo globalizado e hiper competitivo, lo contario a innovación es la sentencia de muerte para la empresa. Un buen directivo tiene que estar a la cabeza de esta innovación, asumiendo los riesgos que supone y no abandonando al primer fracaso.

Por su puesto, cada MBA es un mundo distinto y todos tienen su visión concreta de la formación que tienen que facilitar a un alumno, aunque esta serie de habilidades rara vez se pasarán por alto en un buen programa de formación directiva del más alto nivel.

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